FOTOS ANTIGUAS

La imagen que alberga este santuario mide 27cm de altura, el niño Jesus mide 8cm y esta tallada en estofada. Y como vino la costumbre de vestir a las imagenes, se le sobreponen vestidos desde 1675 hasta la fecha. Genera a las primeras procesiones  de la ciudad de México saliendo de la iglesia de Santa Veracruz  y terminando en su templo de Naucalpan.




La imagen de Nuestra Señora de los Remedios, en su talla original, antes de la restauración que se le hizo en 1940, con motivo del IV centenario de su invención.






En 1520, cuando los españoles comandados por Hernán Cortés son derrotados por los aztecas, salen huyendo y en su paso por Naucalpan, el capitán Juan Rodríguez de Villafuerte ocultó la imagen de la Virgen de Los Remedios en lo alto de un Cué, o adoratorio indígena, en el cerro de Otocampulco. Veinte años más tarde, el indígena Ce Cuautli la encontró debajo de un maguey y desde ese momento la virgen fue venerada en casa del también cacique de San Juan Totoltepec, hasta que se le construyó una ermita. Esta ermita se registra en el mapa de Sta. Cruz con el nombre de Nuestra Señora de la Victoria, nombre alternativo virgen de los Remedios.

La imagen de la Virgen de los Remedios llegó a tierras mexicanas en 1519 con Juan Rodríguez de Villafuerte,  quien la  trajo de Vasconia, España, como protectora en su viaje de conquista. Fue en Veracruz donde presidió la primera misa que se hizo en México, el 21 de abril de1519. Ese mismo año, por mandato  de Hernán Cortés, fue venerada por los conquistadores en el Templo Mayor de la Gran Tenochtitlan.  



Del 9 al 12 de diciembre, la Virgen de Guadalupe hace sus aparaciones en el cerro del Tepeyac al indio Juan Diego, recién corvertido a la religión católica.




En 1540 por señales sobre naturales de la misma Virgen de los Remedios, el índigena Ce Cuatli, llamada Juan de Tobar o Juan del Aguila, ya bautizado, encuentra la imagen de la Virgen debajo de un maguey, en la cima del Cué del Cerro Otomcapulco u Otoncapolco, esto es, barrio de otomies (Hoy cerro de los Remedios).



En una antiquisima relación mexicana de la Sma. Virgen de Guadalupe, se lee que en 1544 el cacique D. Juan de Aguila el vidente de los remedios, infectado de la peste, fue a suplicar a la Virgen del Tepeyac su curación y que ella queriendo manifestarle que sus advocaciones, Remedios y Guadalupe, son la misma persona, le contestó sonriente: ¡Levantate! ya estas sano, ¡vuelve a tu casa! te ordeno que en la cumbre donde están los magueyes y viste mi imagen, elijas el templo en que he de estar.



En 1573 el Arzobispo de México don Pedro Moya de Contreras, puso la primera piedra de la Catedral de México. Cuarenta y dos años se inviertieron en cimentar esta obra que soportoría las 5 naves del eficio. La construcción durá mas de un siglo.
Siendo Virrey de La Nueva España Don Martín Enrique, en 1574, el cabildo y el Ayuntamiento de la Cd. de México, por instancias e iniciativa de D. García Albornoz, Regidor del Ayuntamiento y obrero mayor de la Cd. de México, decretan y patrocinan la construcción del templo de Ntra. Sra. de los Remedios, el cual se empezó en mayo de 1574 y se termino en agosto de 1575, sobre la ruinas de la ermita que se construyó en 1550. Su primer capellán nombrado por el Arzobispo Moya de Contreras y el Virrey, fue el Lic. Felipe de Pañafiel.


Don García de Albornoz, solicita del cabildo se funde la COFRADIA DE NTRA. SRA. DE LOS REMEDIOS. Las constituciones de la misma se firmaron el 18 de marzo de 1575, quedando como cofrades y esclavos de la Virgen todos los capitulares de la ciudad y muchos caballeros principales; la cofradia tenía como objetivo incrementar el culto de la Virgen, velar por el decoro de la Ermita, cuidar los donativos y atender a los peregrinos.



En 1580 se construyeron, al sur del Santuario, 23 viviendas dignas, para los peregrinos, cada una capaz de alojar a una familia, con su recámara, cocina y corral para las bestias, todas ellas en torno a un aljibe para los servicios de los peregrinos.






En  1589  el  Regidor  Alonso  de  Valdés  se  opone  a  la orden del Virrey del entregar la Ermita a los franciscanos. Se sustrae la imagen de la Ermita y se la esconde. En 1590 con la llegada del nuevo Virrey, Don Luis de Velasco, se restituye la imagen de la Ermita.

 
En 1595 Alonso de Villasana, pinta en los muros del Santuario cuadros sobre la historia de la Virgen de los Remedios, siendo el autor intelectual de los mismos el Padre Jóse López, capellán del templo y autor de las octavas que ilustraban cada evento dibujado en los mismos.